martes, 13 de mayo de 2014

Así nos va...



Veo este vídeo de una nueva promoción de matronas y no puedo evitar sentir vergüenza ajena. 
Chicas de menos de 30 años, riéndose de las mujeres que atenderán en el futuro. No me parece ni un poco gracioso; y me pregunto cómo reaccionaría el colectivo de matronas si las mujeres hiciéramos un vídeo riéndonos de las absurdas barbaridades que se oyen a diario en las consultas, si nos mofáramos de su profesión y de su saber con un vídeo como este. En cambio, hacemos vídeos así.

Pero además, en cosas como esta es que se ve todo lo que han aprendido en estos años. Paternalismo puro. Intervención innecesaria. Faltas de respeto a la mujer, a su pareja. Miles de epidurales, cero acompañamiento.  Si hasta la misma letra lo dice: "hazla puérpera enseguida"...

Lo dicho. Así nos va.



El vídeo se llama "Niña sube la oxitocina" y os lo dejo aquí. Penoso. 
Supongo que en unos días este vídeo desaparecerá (a alguien le dará vergüenza infinita.... ojalá) pero no hay que olvidar que lo que se sube a Internet permanece para siempre.





miércoles, 7 de mayo de 2014

Violencia obstétrica, invisible

Ha llegado a mi muro de facebook el durísimo trailer "Puja" sobre violencia obstétrica.


Puja - El documental (trailer) from Max Boniface on Vimeo.


Os lo dejo aquí para la reflexión y el debate, porque esto que veréis, no es algo aislado que solo pase en sitios lejanos. A diario, llegan mujeres a Entre Mamás contando sus partos intervenidos sin necesidad, separaciones forzadas, inducciones fallidas, lactancias frustradas, sentimientos de culpa por no haber estado "a la altura", cuando en realidad después de haber pasado por todo esto, es una suerte que todavía puedan conservar las ganas de atender a su bebé.

Las madres lloran y cargan con sus sentimientos encontrados de forma silenciosa. Llegan a casa en la más profunda soledad, con la misión de sonreír y encontrar la maternidad "maravillosa", y lo que de verdad les pasa es que se sienten superadas por los acontecimientos y tardan un tiempo en procesar que "todo aquello" les ocurrió a ellas, tardan en cerrar sus heridas -físicas y emocionales- y como consecuencia, en hacerse con ese bebé que demanda atención y tiempo, pero sobre todo, amor.

Nos mandan negar nuestros instintos. Nos mandan a callar mientras parimos, nos tumban, pinchan, cortan, extraen. Hacen lo propio con nuestro cachorro. Nos prohíben que arrullemos a nuestros hijos, que se mal acostumbran y se hacen dependientes. Se niega una y mil veces desde todos los ámbitos la necesidad infinita que tiene el bebé de su madre y viceversa.  Nos ofrecen nidos y biberones. Nos dicen que todo es por nuestro bien.

Y luego están los múltiples inventos para que nuestros hijos nazcan mejor y quedemos menos maltrechas. Leo indignada sobre la invención de toda clase de artilugios para que no nos hagan episiotomías, no nos destrocemos el clítoris, no salgamos heridas de "ahí", como si estuviera en nuestras manos salir ilesa. y así es que luego llegan las mujeres pensando que no hicieron suficientes ejercicios de Kegel, que no se pusieron suficiente aceite de rosa mosqueta, que no usaron de forma conveniente el "EPi-no" (esa especie de pera de la angustia que no entiendo cómo se puede vender libremente...) y que no pasa nada por hacerse pis encima, mientras no huela, porque hasta María Adanez usa compresas para "sus pérdidas".  . Vomitivo.

Que las mujeres traigamos de esta forma a nuestros hijos no es casual sino causal. Es una forma de dominar nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Tanto mal se ha hecho en estas dos generaciones, que creemos que ESTA es la normalidad y la aceptamos, nos resignamos a ella e incluso ponemos una reclamación cuando por casualidad el profesional que nos atiende está actualizado y nos hace pocos tactos y nos deja dilatar en intimidad.

La violencia obstétrica está tan socialmente aceptada y es tan invisible que nos dejamos hacer...


Ausente, pero no.

  No entro mucho por aquí aunque lo estético sea estar presente en redes. Y lo que sucede en realidad es que los días pasan rapidísimo y no ...