lunes, 20 de agosto de 2012

Hijita, mi bebé

He repasado en estos días el pequeño diario que le hice a la Pioja mayor cuando estaba todavía en mi tripa y siento que en realidad yo no he cambiado demasiado.  Que los años han pasado -17 desde su nacimiento- y que, salvo unos kilos extras y unos cuantos batacazos de la vida... sigo siendo la misma esencialmente. 

Pero entonces, en casa y mientras veo la tele, veo entrar y salir a una mujer despampanante. Las llamadas son para ella, el timbre también. Pasa y repasa por mi lado, con su olor a caramelo y sus labios de fresa. Compro toallitas desmaquillantes por pares y de repente me doy cuenta de que tiene en su perchero una chaqueta vaquera que "era mía" (no sé cuándo dejó de serlo....) y que encima, seguro que le queda mejor a ella. 

La escucho reír y cantar a voz en cuello. Me sé todas las canciones de la temporada y no porque sea yo muy moderna. Habla por teléfono, cuchichea, vuelve a reír. Se viste, se maquilla... me dice que va a salir. Me asombro... ¿¿quién es esa?? ¿¿qué has hecho con mi pequeña?? 

Corro al espejo y ahí estoy. Sigo siendo la misma... no tengo arrugas. Alguna cana. Pero nada es igual realmente. Desde que me hice madre todo ha sido un constante cambio, una carrera contra quién sabe qué.  Era una niña cuando la tuve. Tenía prácticamente la edad que tiene ella ahora... ¿Cuándo cambió todo? ¿Cuándo me transformé en una señora?

Te dicen que con los años todo se hace más fácil y que las preocupaciones son menos. Falso... es exactamente al revés. Cambian las perspectivas y acechan los peligros. Me preguntan a menudo cuándo se vuelve a dormir del tirón... no puedo mentiros: Nunca. De momento no he vuelto a dormir con la misma soltura de la adolescencia. Despierto a menudo y estoy en constante vigilia. Ni qué decir si me toca esperar a que llegue la retoña a casa... parecía tan lejano y mira. Creo que volveré a usar reloj. 

Es una mujercita encantadora. Sabe exactamente lo que quiere. Sueña y planifica. Escribe en libretitas aquello que desea, sea materia o simple ilusión. Guarda cajitas y papeles bonitos, cartas (de amor?) y palitos de chupa chups, quien sabe para recordar qué momento mágico. Un mundo paralelo se abre al traspasar la puerta de su habitación, donde todo es rosa y no se piensa en hipotecas o crisis. No tengo cabida allí. 

Me pregunto cómo es que todos los errores que cometí al criarla parecen no haber tenido importancia. Es exactamente como me imaginaba que sería. No. Mejor aún. Creo que ni en sueños hubiera podido proyectar la persona que es hoy: Centrada y optimista. Con esa risa fácil y esa voz cantarina. Emotiva y cariñosa. Siempre tiene un abrazo para darme, un beso. 

Y combativa. No acepta lo que considera injusto y pelea por sus ideas. A veces se convierte otra vez en mi niña pequeña y ronronea a mi lado. Se pone ñoñita. Me dice que soy guapa, que si me hace las uñas... que si me puede hacer una foto... que si me... Suena el teléfono y escapa. Vuelvo a perderla, se escurre. Crece. 
Como duele todo esto. Pensaba que la adolescencia estaba a cien años luz y repente está a punto de acabarse. No le queda nada para ser adulta y volar de verdad lejos de mí. 

Vuelvo al espejo. Miro mi tripa de embarazada y sólo puedo pensar en que todo va a empezar de nuevo. Voy pasar por todo esto otra vez... 




11 comentarios:

Unknown dijo...

Hola
Me llamo Sandra y tengo un directorio web. Me ha encantado tu blog! Tienes unos post muy interesantes de maternidad y crianza, te felicito!. Buen trabajo, por ello me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, para que mis visitantes entren a tu web y obtengas mayor tráfico.
Si estás de acuerdo házmelo saber.
PD: mi email es: montessandra37@gmail.com
Sandra.

Verónica dijo...

Precioso.....

Nin dijo...

Querida Clau:

Llorando a moco tendido me tienes de la emoción. O.G. tiene solo tres añitos, pero me da vértigo pensar que, cuando quiera darme cuenta, él será ya todo un hombre entrando y saliendo de casa con sus amigos, diciéndome "mamá, no me des besos que me da vergüenza" y riéndose de mí por ser una carcamala... ¡Qué rápido crecen!

Besos futuristas,
Lady Vaga.

Bichilla dijo...

Ooooh... Qué bonito, qué bien descrito y qué suerte tienes de estar viviendo esto a la vez que sientes a la nueva vida en tu barriga... Para volver a empezar desde el pincipio mientras ves cómo una pequeña vida también creada por ti se hace adulta... Enhorabuena, eres una privilegiada.

neire dijo...

Debe ser un sol tu hija. Qué emoción sentir que has criado a una belleza. Me encanta como decís que es mucho mejor de lo que la hubieras imaginado. Se que mi hija me va a ser eso, ya es mucho mejor, ni en mis más increibles sueños me merecía un milagro así.
Felicidades por tanta felicidad!

Carmen Cabrera Cabrera dijo...

ohhhhh!!! que bonitas etapas estás viviendo de forma solapada!
Seguro que te han dicho que es como reemplazar un hijo por otro, pero no es así, cada uno es especial, pero como dices lo revivirás todo y desde otra perspectiva, porque aunque sientas que no has cambiado seguro que si lo hiciste por dentro.
Un beso

MomM dijo...

Clau, voy a empezar a dejar de leerte en el trabajo... se me ha corrido el rimmel!!

Me gusta mucho, mucho, leer en quien se ha convertido tu pioja...

yo misma dijo...

¡Qué preciosa entrada!
Me has emocionado. ¡Gracias por compartirlo!
Un besazo!

Alba dijo...

Jolin Claudia, no tengo palabras...
Hace unos dias me encontré pensando en tu nueva barriga e incluso le pregunté a Ernesto...qué será de Claudia y su bebé? Lo estará llevando bien? (espero que si). Ahora mismo tengo un nudo en la garganta, porq me has hecho pensar que estos dias, en los que algunas horas se hacen eternas porq Samuel quiere jugar al balón por enésima vez y David está reclamando algo de mamá, algo de calma y sosiego, van a ser tan fuertemente añorados, me hacen sentir que pierdo la perspectiva y no valoro el presente. Voy a ver si estoy un poco más, que en breve espero que comience su andadura algunas horas fuera de casa. un beso.

Claudia dijo...

El tiempo pasa. Y cuando veo a mis hijas (17 y 6 años) no puedo evitar sentir nostalgia por las bebés que ya no serán nunca más.
Un buen ejercicio es ver fotos viejas. Así puedes ver cómo el tiempo ha pasado y cuánto ha avanzado ese bebé hasta hoy... que se va haciendo mayor y como lo tenemos al lado no podemos se conscientes de cuán rápido suceden los cambios.
Nunca hay suficientes abrazos, suficientes mimos. Un día dejarán de caber en tus brazos y serás tú la que sea abrazada por un niño más alto que tú... la infancia dura muy poco.

Gracias a todos por vuestro comentarios. Abrazos y cariño para todos.

Claudia

Unknown dijo...

Qué bonito, Claudia!!! Yo también pienso en mi niña cuando sea adolescente...
Un beso,
May

Ausente, pero no.

  No entro mucho por aquí aunque lo estético sea estar presente en redes. Y lo que sucede en realidad es que los días pasan rapidísimo y no ...