Clau707 para la revista Bonding
Season Mandala - peggymintun |
Dice Michel Odent que para cambiar el mundo hay que cambiar la forma de nacer.
Y esta frase, no es sólo un conjunto de palabras románticas y utópicas, sino la certeza –científica- de que tendríamos un mundo mejor si naciésemos en mejores condiciones.
Con más frecuencia de lo que me gustaría escucho historias tristes de partos intervenidos. No sólo se trata de partos robados y niños extraídos… sino de todas las demás cosas que vienen detrás: historias de lactancias interrumpidas, bebés separados, parejas rotas, ilusiones truncadas, vida sexual inexistente, crisis vitales innecesarias, depresiones y lágrimas sin saber muy bien por qué.
No hablamos de algo simple. Hablamos de nacer. Tendríamos que dejar de banalizar un acto transcendental y entender que marca nuestras primeras aptitudes para la vida: El Amar y ser amados.
Nacer es importante y lo volvemos rutinario. Pinzamos, cortamos, lavamos… como si intentáramos borrar la huella de aquello que nos hace humanos.
Le ponemos fecha de caducidad al embarazo, como si se tratara de una olla exprés en peligro de explosión. Inducimos. Por comodidad o por cansancio, nacemos a los niños en días ajenos a los suyos.
Durante muchos años me pregunté porque las mujeres contaban partos tan terribles. Yo había tenido un primer parto indoloro y precioso; no me imaginaba nada diferente. Tuve que vivir en carne propia el dolor y la pena de que me nacieran a mi hija pequeña, para ponerme en la piel de otras y entender lo que hoy entiendo.
No siempre fue así. Desde que nació mi primera hija ocupé mi tiempo en leer, investigar e indagar sobre la maternidad, los partos gozosos, los embarazos… y sentía que sabía muchas cosas. “Pobres mujeres, las que ignoran todo esto…” pensaba. Y juzgaba a aquellas madres cuya elección no era la misma que la mía. Ser madre “consciente” me hacía sentir un escalón más arriba de las demás. “Ayudaba a otras”, sí. Pero sin el compromiso de hoy.
Mi segunda hija llegó al mundo dándome una lección de humildad. A pesar de todo lo que sabía o más bien creía saber, no tuve el parto que quise. Peleé por “mis derechos” y se “respetaron” algunas de mis peticiones. Pero no fue el parto soñado.
Me sequé las lágrimas como pude y me uní a otras que luchaban.
Hemos avanzado. Pero aún falta tanto…. He seguido este camino porque quiero creer que algún día será posible el cambio. Y que parir en condiciones dignas y respetuosas no será cuestión de suerte.
Creo que los pasos dados por las mujeres en España (y en el mundo), son pasos lentos pero seguros. No hay vuelta atrás. Estamos haciendo historia. Cada mujer que se cuestiona cómo, cuándo y con quién quiere parir, es un paso en el camino. Camino sin retorno hacia mejores nacimientos y mejores partos…
A veces la gente me pregunta por qué me dedico a esto. Es difícil decirlo sin emocionarme. Estoy aquí porque tengo fe.
Este año la Semana Mundial por un parto Respetado lleva por lema: Donde quieras, como quieras y con quien quieras y se celebrará del 15 al 22 de mayo.
En todos los países del mundo, mujeres y profesionales alzan su voz para lograr partos más dignos y nacimientos más humanos.
Más información: www.elpartoesnuestro.es
7 comentarios:
Me dejas con la piel de gallina y la lagrimilla asomando...cuánto queda por hacer, pero el camino que se ha hecho ya es tan grande!!
Muchos besos
Te recomiendo que leas el Plan de Parto Subversivo de Lady Vaga... buscalo en Internet.
Muy de acuerdo con que hay mucho por hacer.
Je je. Pensacientos: Gracias por decírmelo. Me lo leí antes de que lo publicara :-)
¡Somos amigas de guerra!
Somos amigas de guerra y compañeras de camino, Claudia querida.
Y cada día damos un paso más y cada día una mujer se ahorra el sufrimiento y la decepción que nosotras hemos vivido gracias a esta lucha maravillosa.
Eres una inspiración inagotable, nena.
Besos de Lady Vaga ;)
Te he descubierto gracias a Tenemos Tetas.
Yo tengo esperanza de que esto vaya mejorando y se nos respete, tanto a la madre como al bebé.
Gracias Carol! Esperemos que dentro de unos años, esta lucha no tenga sentido y la normalidad sea otra. abrazos!
Me gusto tu post, me emocionó... y sii la vida nos trae lo que nos toca aprender... y que bueno que las mujeres nos unamos por cambiar la forma de nacer!! Somos el motor del mundo...
Abrazos,
Inés (Mujeresencadena.es)
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