jueves, 9 de julio de 2009

No se pega

Es curioso como se puede ver en los parques, con mucha facilidad, escenas como ésta:

Niño de 2 años que juega en la arena. Viene otro niño y le quita una pala. El niño pega al que le quitó la pala y forcejean por el juguete. Al final los dos lloran. La madre del primer niño - que ha visto todo - se acerca. Le grita a la vez que le da dos palmadas en las manitas: ¡¡Te he dicho que no se pegaaaa!!

¿Qué contradictorio, no? Así enseñamos a los hijitos a no pegar: pegando. Aunque siga siendo una práctica común y nada mal vista entre la sociedad actual (y hablamos de nuestra muy civilizada sociedad occidental), pegar a un niño ahora es un delito; así que este país - y otros tantos- está lleno de delincuentes.

Hace 50 años muchas mujeres aguantaban en silencio las palizas de sus maridos; no se consideraba anormal esa violencia. Ahora es impensable. Hay leyes y plataformas que exigen respeto a la mujer. Son las propias mujeres las que han levantado su voz y han creado los cauces para ese cambio.

Pero no es así en todo el mundo. Aún en estos tiempos esta no es la normalidad en todos los sitios: En las zonas aymaras y algunas quechuas de Bolivia, son las mujeres las que defienden "el derecho de sus maridos" a levantarles la mano y todo ello, a pesar de que la ley contra la violencia intrafamiliar es muy dura. También hay legislación para evitar el maltrato infantil.

Seguramente que pensaréis: ¡¡Qué salvajes!! Eso sólo puede pasar en un país de tercer mundo...

Nos parece terrible y sin embargo, no nos parece mal azotar a los hijitos cuando "se portan mal". Lo hacemos por su bien, por que nos desquician, porque "de otra manera no entiende". Y nosotros mismos, como hijos, defendemos "el derecho de los padres" (y de nuestros padres) a pegar y a que nos hayan pegado.
Un círculo vicioso; una cadena de violencia. Se transmite de padres a hijos y de éstos a los nietos. Pegar sigue siendo un instrumento para "educar" y hacer niños buenos. La diferencia es que los niños no tienen voz... Aterrador.

Por eso me ha gustado esta entrevista (un poco antigua, pero igual de válida) que le hacen a Pepa Horno, de Save the Children y me quedo con lo que ella afirma: Pegar a un niño nunca está justificado ni legitimado. Os la dejo en este link: ENTREVISTA


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es realmente terrible que se justifique tan libremente la "palmadita". Yo creo que el problema está en lo que has dicho de que se hereda de padres a hijos y como hijo siempre cuesta reconocer que tu padre se ha equivocado.

Ileana Medina dijo...

Tenéis toda la razón. Yo acabo de descubrir a Alice Miller y estoy emocionada, esta mujer escribe lo que yo pienso, jeje ;-)

Aquí os dejo un enlace a algunos artículos suyos traducidos al castellano, aunque seguro los conocéis:

http://www.screamsfromchildhood.com/articulos_alice_miller.html

Un abrazo!!!

Ausente, pero no.

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