domingo, 19 de julio de 2009

Tú sólo sabes ser mamá...


"Tú sólo sabes ser mamá; yo quiero tener una vida". Esta es una sentencia que he tenido que escuchar muchas veces y poca gente entiende que no he renunciado a nada. Simplemente he cambiado mis prioridades.

Sigo siendo igual de activa (o más), sigo estudiando, leyendo, investigando. Sigo teniendo amigos, sigo disfrutando de la vida y desde luego, del amor. Trabajo lo que de momento es necesario (económicamente hablando) y no necesito de un alto cargo para sentirme importante.

Para muchas personas ser madre –e implicarse en la crianza del bebé que hemos traído al mundo- significa "sacrificarse" y por eso es que se tiene el prejuicio de que las mamás que creemos en la crianza con apego sólo sabemos/queremos "ser mamás".

Qué alejados de la verdad y que juicios sin valor los que emiten. Si la felicidad tiene tantas caras y uno puede encontrarla en mil sitios diferentes, ¿por qué pensar que al elegir ser madres estamos renunciando a vivir?

Ser mamá no significa sacrificarse

En absoluto. Ser mamá no significa “sacrificarse” por los hijos, renunciar a todo y olvidarnos de nosotras.
Ser mamá es simplemente cambiar de intereses; posponer por un momento algún sueño, acompañar y caminar al mismo pequeño paso que nuestro hijito: establecer prioridades.

Y es que, apenas nos anuncian el embarazo, nuestra vida cambia. ¡¡De repente tenemos que elegir tantas cosas!! La diferencia es que poco a poco elegimos en función de la felicidad de nuestros hijos que es lo que de verdad hace felices a las madres. ¿No es esa la razón de las plegarias maternales en todos los confines del planeta? “sólo quiero que sea feliz”...

Ser mamá no es "sacrificarse" sino hacer un ejercicio diario de paciencia; desde el primer día: con los malestares que dan cuenta de nuestro estado, con la espera interminable del último mes de embarazo, con el momento del parto cuando se alarga, con las visitas, los primeros llantos del bebé y las mil y una noches sin dormir.

Ser mamá no es fácil. Y aunque al principio parezca eterna, la infancia no dura para siempre. Los momentos al lado del hijito son únicos, irrepetibles, NUESTROS. No vuelven nunca más, y se viven de una forma diferente con cada hijo.

Y minuto a minuto ese hijito es un poco menos bebé y –y menos nuestro- vamos recuperando las noches, los ratitos de "spa" en casa, las horas en la oficina, el cine con la pareja. Cuando nos damos cuenta, ese pedacito ha crecido, tiene ya su propia vida y no cabemos en todos sus planes.

Es entonces cuando nos damos cuenta de que ha sido un simple paréntesis y jamás hemos dejado de ser nosotras mismas; pero que además de ser mujeres/amantes/amigas/trabajadoras, nos encanta ser mamás.

6 comentarios:

SUSANA dijo...

¡Cuánta razón tienes, Clau! Y es que ahora parece que si no haces a tus hijos "independientes" casi desde que nacen, no vives acorde con los tiempos....No me gusta criticar el modo de vida de los demás ni hacer de juez, porque a pesar de todo creo que todo el mundo hace lo que cree que es mejor para sus hijos; pero después de hechos de las últimas semanas, hay una reflexión que lleva varios días rondando en mi cabeza: ¿estaremos quizá empezando a pagar las consecuencias de lo que llaman desestructuración familiar? Quiero pensar que no, pero me da tanto miedo.....A lo mejor te parece inapropiado para publicar el comentario, por si alguien se puede sentir ofendido (no es mi intención); si es así, lo dejamos entre tú y yo, ¿te parece?
Nos vemos en Septiembre en Entre Mamás!

Un besito

Unknown dijo...

Me encanto tu Post...es tan cierto lo que dices..y vaya..ahorita es el momento de disfrutarlos..HOY, AHORA..no mañana o no despues de que termines de lavar, o planchar o trabajar...simplemente..es HOY ;)

Saludos!

Julie dijo...

Llegué gracias a un twitt de kerita, y no pude sentirme más que identificadisima con tus palabras!!
Es increible que no nos entiendan... es increible que para ellos todo esto no tenga sentido!
Yo también tengo miles de proyectos, pero mi proyecto más importante son mis nenas: verlas crecer sanas y educarlas yo misma siempre que pueda. Como bien dices, son mi prioridad.
Gracias por poner en palabras lo que siento, lo que pienso y lo que vivo.
Es un gusto saber que hay miles de mamás como yo, del otro lado.
Un abrazo.

Claudia dijo...

Os agradezco vuestros comentarios :-)

Boboli, perdona que no haya incluido el tuyo, pero como incluía publicidad he decidido no publicarlo. Si quieres envíamelo de nuevo sin la publicidad de la tienda. Muchas gracias y un abrazo.

Mayra Alejandra dijo...

¡TIENES TODA LA RAZON!, QUE TE PODRE DECIR YO, ENTRE MI TRABAJO,LOS ESTUDIOS,EL BEBE, AVECES SE TE OLVIDA QUE EXISTES TU MISMA!!...ME ENCANTAN TUS POST, Y ME DA TANTA ALEGRIA QUE FOMENTES ESE SENTIMIENTO DE EMBARAZO,PARTO Y CRIANZA CON AMOR, SABES QUISIERA YO TAMBIEN ESTAR EN ESA CAUSA, PUES YO NO TUVE UN PARTO "NORMAL" SE PODRIA DECIR,NO ME SIENTO FRUSTADA,PERO AUN ME QUEDA LA DUDA ES "¿COMO ES UN PARTO NORMAL?", EN FIN...MUY LINDO TU BLOG, ESPERO VISITES EL MIO!!..MUCHOS SALUDOS

sonia dijo...

Precioso, le has puesto palabras a mis sentimientos... Me he dedicado a estar con mi hijo durante su primer año de vida, aparqué mi trabajo esta temporada, como muy bien dices, por una cuestión de prioridad. Me he sentido plena, muy dichosa y tremendamente feliz de estar con mi bebé y he tenido que escuchar a la gente palabras que no me gustan nada y con las que no me identifico en absoluto como "sacrificio", "renuncia"... Desde que me quedé embarazada mi vida ganó sustancialmente, amo a mi hijo con auténtica locura y no deseo otra cosa "que sea feliz". Dices con gran acierto que es un deseo universal. Me has llenado de ternura con tu post, me ha encantado.

Ausente, pero no.

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