Cuando hablo de crianza, parto, maternidad en general, tengo que lidiar mucho con comentarios como: "Claro, se nota que eres extrajera, aquí las cosas se hacen de otra manera". Y por eso me gusta mucho contestar a la pregunta del millón (del millón de veces que me lo han preguntado).
¿¿¿De dónde eres??? Pues les digo que soy de Madrid y me quedo tan contenta. Y que si quieren les enseño el DNI, porque para más inri nací en Argüelles; Distrito Moncloa. La gente se queda un poco cortada y tratan de excusar su prejuicio (mi acento, mi piel... delatan indefectiblemente mi origen) y tratan de encontrar la respuesta a ese raro deje sudamericano y a mi pelo negro y rizado, con preguntas más sutiles sobre mi procedencia.
Increíblemente, tengo una amiga de padres chinos -nacida en Sevilla y no es Usun- que se enfrenta a diario a los mismos cuestionamientos por tener ojos rasgados. Y una más, Austriaca casada con un español, a la que le han preguntado porqué lleva a su bebé metida en una bandolera... Y es que al final da igual de dónde seamos.
¿Culturas diferentes? No realmente. De hecho, dar la teta es una cuestión de supervivencia en muchos países. Llevar a los hijos cerca es inevitable cuando hay que trabajar sin descanso y colechar a veces es una cuestión de espacio en casa. Pero cuando se elige estas opciones porque así lo deseamos, seguimos teniendo que dar explicaciones de nuestras formas de criar en dependencia a nuestro pasaporte.
Estaba pensando en esto cuando me ha llegado este vídeo a través de Red Canguro. Lo quería compartir.
2 comentarios:
Precioso, un vídeo realmente precioso.
Besos.
Voy a ver el video. Los prejuicios son muy grandes.
Por cierto, me dejé mi fulard-bufanda en tu casa... y me equivoqué de libro, ya lo había leído, jejeje.
Te dejo una propuesta... http://adivinacuantotequiero.blogspot.com/2010/03/blog-post.html
un abrazo
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