Es niño!!
Todavía no debe tener más de 25 centímetros, ni más de 300 gramos de peso. Pero está ahí; es una personita.
Un nuevo bebé que nos va a llenar de ilusión, que nos tendrá absortos mirando sus pequeños pies y sus minúsculas manos. Un nuevo bebé para acunar y darle besitos...
Pero esta vez, no soy yo quien será mamá. Esta vez voy a ser tía. TÍA!!
Es mi hermano, -a quien yo he llamado desde siempre Enano con todo mi amor, aunque ahora mida más de 1,80- quien será papá la primera semana de agosto.
Qué increíble. Si hasta hace poco era un crío. No logro imaginármelo de papá sin recordar nuestra infancia y sus juegos de niño. Tenía una imaginación insuperable y jugaba a detectives vestido con una chaqueta beis que ya ni recuerdo de quién era. Se hacía con tapitas, cajas -y lo que encontrase-, unos fabulosos "equipos" para sus muñecos. Sus juguetes favoritos eran el "flash" y las piedras convertibles. Aunque también tenía una pistola vieja, de madera, que una vez olvidó un primo en casa. Jugábamos como locos a la momia (él siempre era la momia y nos perseguía a todos), a las oficinas y al fútbol con los vecinos. Soy la mayor de tres y siempre jugué con ventaja.... lo reconozco. Tal vez ya ni se acuerde... para mí es como si fuese ayer.
Era pequeño y menudo y por eso le llamé Enano toda la vida; ahora es un hombrón y pronto será Papá. Todavía no me lo creo.
Ayyyy me emociona tanto. El otro día, en casa de mis padres, me invitó a que escuchara los latidos del corazón del pequeño y no fui capaz. Me dio un poco de vergüenza que me vean con los ojos húmedos de alegría y de ilusión.
A mi cuñada le ha sentado de maravilla el embarazo. Está radiante y guapa (aunque ella de por sí, lo es). Poco a poco se va notando su tripilla, llena de vida. Hace una semana me llamaron entusiasmados porque el bebé se movía mucho y mi hermano le había sentido por primera vez. Sólo quien ha tenido esa experiencia puede entender cuánto amor pueden transmitir dos pataditas.
Le esperamos todos. ¡Le queremos ya tanto!
Queridos Ale y Jorge: gracias por este regalito. Se siente diferente estar de este lado del escenario. Voy a aplaudiros mucho y a reservar unos cuantos miles de besos para cuando llegue el momento.
Clau.
Todavía no debe tener más de 25 centímetros, ni más de 300 gramos de peso. Pero está ahí; es una personita.
Un nuevo bebé que nos va a llenar de ilusión, que nos tendrá absortos mirando sus pequeños pies y sus minúsculas manos. Un nuevo bebé para acunar y darle besitos...
Pero esta vez, no soy yo quien será mamá. Esta vez voy a ser tía. TÍA!!
Es mi hermano, -a quien yo he llamado desde siempre Enano con todo mi amor, aunque ahora mida más de 1,80- quien será papá la primera semana de agosto.
Qué increíble. Si hasta hace poco era un crío. No logro imaginármelo de papá sin recordar nuestra infancia y sus juegos de niño. Tenía una imaginación insuperable y jugaba a detectives vestido con una chaqueta beis que ya ni recuerdo de quién era. Se hacía con tapitas, cajas -y lo que encontrase-, unos fabulosos "equipos" para sus muñecos. Sus juguetes favoritos eran el "flash" y las piedras convertibles. Aunque también tenía una pistola vieja, de madera, que una vez olvidó un primo en casa. Jugábamos como locos a la momia (él siempre era la momia y nos perseguía a todos), a las oficinas y al fútbol con los vecinos. Soy la mayor de tres y siempre jugué con ventaja.... lo reconozco. Tal vez ya ni se acuerde... para mí es como si fuese ayer.
Era pequeño y menudo y por eso le llamé Enano toda la vida; ahora es un hombrón y pronto será Papá. Todavía no me lo creo.
Ayyyy me emociona tanto. El otro día, en casa de mis padres, me invitó a que escuchara los latidos del corazón del pequeño y no fui capaz. Me dio un poco de vergüenza que me vean con los ojos húmedos de alegría y de ilusión.
A mi cuñada le ha sentado de maravilla el embarazo. Está radiante y guapa (aunque ella de por sí, lo es). Poco a poco se va notando su tripilla, llena de vida. Hace una semana me llamaron entusiasmados porque el bebé se movía mucho y mi hermano le había sentido por primera vez. Sólo quien ha tenido esa experiencia puede entender cuánto amor pueden transmitir dos pataditas.
Le esperamos todos. ¡Le queremos ya tanto!
Queridos Ale y Jorge: gracias por este regalito. Se siente diferente estar de este lado del escenario. Voy a aplaudiros mucho y a reservar unos cuantos miles de besos para cuando llegue el momento.
Clau.