20 de agosto de 1995
Hija Mía:
¡Has nacido! Es el día más especial y el más importante de mi vida. Puedo asegurar que la alegría de traer un niño al mundo no es comparable con absolutamente nada. Es el suceso más intenso que alguien pueda vivir y el acto más lleno de amor de todo el universo.
Ya te tengo a mi lado. Te ves frágil y aún no puedo asimilar que con tu llegada me has hecho madre. Que soy capaz de dar la vida a otra persona, tan inocente y bonita.
......
Pensaba acabar este diario aquí, cuando nacieses, pero será imposible porque me doy cuenta de que es ahora cuando realmente la aventura comienza...
Y comenzó. Y aún tengo presentes tus primeras palabras, tu primer paso, tu primer cumple, aquellos besos que me mandabas al dejarte en el colegio. La única rabieta que tuviste porque no supe dibujar "una cabeza recta". Tus juguetes preferidos, aquellos dibujos tristes en los que sólo aparecíamos tú y yo. Tu primer día en España cuando pensabas que aquí sólo había playa, chiringuitos y mujeres vestidas de flamenca. El día en que te regalamos un perrito y el día en que te nació la hermana que tanto deseabas. La primera vez que viste el mar, las risas juntas, las confidencias de siempre, los momentos buenos y alguno que otro malo.
Y ya se te ha acabado la infancia. Y ya he celebrado a tu lado tus primeros quince años. Y nuestra fiesta ha inaugurado la que, seguramente, será la mejor época de tu vida. Disfruta corazón; a tope.
Como si fuera magia, te has hecho mujer y yo te añoro niña, pero también disfruto de tenerte a mi lado como amiga, de salir contigo en plan colegas, de compartir otra vez tu mundo de sueños y futuro.
Cariño, se me inundan los ojos de verte tan hermosa. Y como hace quince años, todavía no asimilo haber sido capaz de dar vida a otra persona: tan inocente y bonita.
Aquella mañana de sol, domingo de agosto y cielo limpio, te vi tan mía y tan pequeña, que el tiempo se detuvo brevemente y pensé que ibas a permanecer así para siempre. Supe en ese momento que serías la mejor compañera y lo eres. Ya no tengo miedo de que crezcas. Ya no tengo miedo a que vueles alto y lejos. Te has convertido en aquella mujercita que un día soñé que serías. Y sigues iluminando mi vida, como el primer día. Ha dado fruto la semilla.
Feliz cumpleaños mi amor.
Que sigas siendo como eres: hermosa, sana y buena.
En letra azul: extracto copiado del diario de "a bordo" que le escribí a Pioja durante mi embarazo. :-)
En letra azul: extracto copiado del diario de "a bordo" que le escribí a Pioja durante mi embarazo. :-)