Estoy convencida de que nacemos dos veces. La primera, hacia los brazos de nuestras madres. La segunda, hacia los brazos de nuestros hijos. Nadie nos dice que nuestra vida nunca más será la misma y tampoco es posible adivinar cuán grande puede ser el amor ni el inmenso poder que tiene el instinto... Cuando somos madres, comenzamos a nacer... (C. Pariente)
Lo que podrás encontrar
sábado, 29 de junio de 2013
El secuestro de un hijo
Tumbadas en la hierba, mi querida amiga Ibone y yo, pensábamos hace dos años en lo duro de aquel mes de junio. "En unos años recordaremos esto como un gran triunfo", le decía yo. Ajena a que el caso por el que peleábamos entonces, haciéndolo público y usando todas nuestras energías, era apenas la punta del iceberg.
Hablo del caso de Habiba, aquella madre que logró unir a miles de otras madres alrededor del mundo. Su caso no era más que uno de tantos. Pero entonces no lo sabía. Todavía creía que se trataba de un error humano. Un error de alguien con mucho poder y poco conocimiento de las necesidades de los niños. Creía en el sistema de protección de las mamás sin recursos y con problemas: víctimas de violencia de género, víctimas del sistema, del desamparo social.
Pensaba -ilusamente- que en aquellas casas de acogida, las mujeres vivían como hermanas, felices. Con un techo cobijando sus sueños. Dando la teta libremente, ocupándose de los hijos de unas y otras. No se me ocurría pensar que estaban presas, coaccionadas, amedrentadas, llenas de miedo.
Tuvo que ocurrir todo lo que ocurrió aquel mes de junio, para que me diera cuenta de la realidad paralela de aquellas madres que recluidas como en un reformatorio, no tienen opciones.
Hoy, dos años después de aquello, una noticia como ésta ya no me sorprende.
Condenan a España por separar a una hija de su madre por falta de recursos
Me sorprende en cambio que no existan más denuncias, que no se haga más ruido con este tema. Que sigan separando madres y niños impunemente. Que se secuestre legalmente y nadie diga ni mu.
Y entonces concluyo que, si un día pasa algo; si me quedo de repente en la calle... tengo muy claro a dónde no llamar.
lunes, 24 de junio de 2013
Parto educado Vs Parto respetado
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Fotograma del Programa Baby boom - Maternidad en Madrid |
Parece ser lo mismo, pero no lo es.
En un parto educado, lo que cuenta
es tener una habitación con vistas, un menú de lujo y un baño de hotel. Y por
supuesto, que te digan Señora.
En un parto respetuoso, a lo mejor
das a luz entre cajas… o en la bañera de un hospital de vanguardia, el lugar es
lo de menos: nadie te presiona ni te desconcentra de tu labor.
En un parto educado te dirigen los
pujos con mucho tino: cada vez que los monitores avisan. Te hacen una maniobra
de Kristeller suave, (si tal cosa existe…) y te cuentan con mucho detalle cómo
has de cuidar los puntos. A lo mejor en la clase de preparación al parto
educado te adiestrarán para ir limpia y sin pelos desde casa: que una señora
también ha de ser educada y considerada.
En un parto respetuoso pujas cuando
tu cuerpo lo pide. Tienes libertad de movimientos y difícilmente tendrás puntos
que cuidar. A lo mejor en la clase de preparación al parto respetuoso te han
explicado cómo funciona tu cuerpo, qué puede hacer tu pareja para acompañarte
en ese momento vital.
En un hospital que ofrece partos
educados, el dossier de información es impecable. Tiene unos colores bonitos y
se diferencia muy bien los tipos de parto que puedes tener: medicalizado (el
más seguro, segurísimo, por supuesto), humanizado
y natural… (natural no, que es muy hippie!). Se ve claramente que los deseos de
la cliente (perdón, la paciente… no, tampoco: la usuaria) son de máxima prioridad.
En un hospital que ofrece partos
respetuosos te preguntan por tu plan de parto. Y no importa que lo hayas
escrito a mano. También te informan si quieres cambiar de opinión.
En
un hospital educado se “hacen” partos.
En
un hospital respetuoso se acompañan partos.
En un parto educado tendrás
epidural, por supuesto. ¿Qué atraso es ese de parir sin ella? Si no la pides
con anticipación, “a lo mejor luego no está el anestesista”.
En un parto respetuoso te ofrecen
por lo menos 5 formas diferentes de aliviar el dolor –si lo hubiera- y te
informan de todos los efectos secundarios y riesgos de los métodos
farmacológicos.
En un hospital educado los partos
“se hacen” en paritorios preciosos, con camas multifunción que te permiten 7
posiciones de partosutra y llevan sabanillas de color pastel.
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Fotograma de publicidad de Barriguitas |
En un hospital respetuoso la mujer
elije donde quiere parir.
En un hospital educado casi no hay
matronas. Hay que dejar muy claro a la cliente-paciente-usuaria que “si pasa
algo”, está todo bajo control.
En un hospital respetuoso la matrona
es quien te atiende, salvo que algo salga de la normalidad.
Después de un parto educado, como
eres una Señora, debes maquillarte y estar perfecta para recibir a las visitas.
Sombra aquí, sombra allá…
Después de un parto respetuoso el
maquillaje sobra. Estás resplandeciente. Las visitas esperarán tu llamada.
En un parto educado se llevan a tu
bebé a un nido educado para que tú descanses (y de paso, el bebé se eduque).
En un parto respetuoso el bebé nunca
será alejado de ti, salvo que exista una razón muy poderosa que ponga en riesgo
su salud. Pero de todas formas podrás estar con él 24 hrs.
En un hospital educado te dirán que
son pro lactancia y que por eso hay que dar el pecho cada tres horas, 10
minutos cada vez. No vaya a ser que se mal acostumbre el niño.
En un hospital respetuoso te animan
a amamantar pero también te ayudarán si tienes problemas de lactancia.
En un hospital educado, bañarán a tu
bebé rápidamente y le pondrán colonia. Ir lleno de sangre y grasita –tal y como
se salió de la tripa- es muy poco educado.
En un hospital respetuoso no bañarán
a tu bebé y mucho menos sin tu consentimiento. Las pruebas que sean necesarias,
se harán sin separarlo de tu lado.
Un parto educado puede tener lugar
también en casa. No todos los partos en
casa son respetuosos.
Un parto respetuoso puede tener
lugar también en un hospital. No todos
los partos en hospital son educados.
De un parto educado sales agradecida
–que suerte que no murió nadie- y envías bombones y cartas de felicitación.
Crees que amarás al bebé, solo es cuestión de tiempo. El tercer día, lloras.
Debe ser hormonal...
De un parto respetuoso sales
empoderada y lista para cuidar a tu cría. Te invade un amor infinito. El tercer
día, lloras o a lo mejor no. Eres feliz.
…..
Y desde luego, también existen
partos maleducados e irrespetuosos… en los que ni te dicen señora ni nada
parecido. En el que se sube a tu tripa el celador y te deja las costillas
moradas, en el que te hacen diez tactos en nombre de la ciencia y la
instrucción; en el que si estás sola y desprotegida, o eres ilegal, corres el
mismo peligro que una cobaya… pero me temo que ese es material de otro post.
-- Referencias:
- Vídeo: Neurobiología del parto
- Sobre implicaciones psicológicas e las cesáreas
- Estrés postraumático
- Vínculo apoyo posparto
miércoles, 19 de junio de 2013
Formación de doulas ( el por qué de "inicial"...)
Sobre la formación de doulas de Proyecto Materna y Entre Mamás
(desde el blog de la Formación Inicial de Doulas)
Por eso esto no puede ser más que una formación inicial. Un primer peldaño. Un primer pasito en el camino de ser doula. Más adelante ofreceremos, además, formación continua: seminarios, talleres y encuentros de reflexión sobre temas concretos en el acompañamiento (duelo, gestaciones especiales...), grupos de estudio y debate sobre temas de ética, formas de ejercer el oficio, etc etc.
Proyecto Materna, que es una de las asociaciones más
antiguas de doulas en España, junto a Entre Mamás, queremos crear escuela, ser
un referente para el ejercicio de una profesión con responsabilidad, sin caer
en el intrusismo profesional y de esa manera poder trabajar con otros
profesionales de la maternidad.
(desde el blog de la Formación Inicial de Doulas)
¿Por qué nuestra formación se llama INICIAL?
Muchas personas nos lo han preguntado, así que os vamos a
contar por qué.
Creemos firmemente que la formación de una doula es
necesaria. Por eso organizamos este curso. Pero igual que creemos que es
necesaria, sabemos que no es suficiente. Y no es que no sea suficiente la
nuestra, sino que creemos que ninguna formación de doula, o para ser doula, o
para convertirse en doula, o para ser una doula profesional, o para capacitarse
como doula, ninguna -repetimos- es
suficiente.
Sería engañarnos y engañaros, deciros que después de este
curso lo tendréis todo aprendido. Es apenas el inicio de un camino largo.
Porque para nosotras, el ser doula es un camino, no una meta. A ser doula se
aprende cada día, en cada acompañamiento, cada vez que hablamos con una mujer,
e incluso cada vez que hablamos de nuestras profesión o sobre nuestra
profesión.
¿Cuándo, entonces, voy a decir que soy doula? Cuando así lo
sientas... cuando la formación y la experiencia se amalgamen de tal forma
dentro de ti que realmente "te sientas" doula, y no
"trabajes" como doula. Y en ese momento, te darás cuenta de que
sigues caminando, de que sigues aprendiendo, de que cada día serás una doula
nueva, ni mejor ni peor, sino con nuevas experiencias que vivir y que integrar,
con nuevas mujeres a quienes acompañar.
Por eso esto no puede ser más que una formación inicial. Un primer peldaño. Un primer pasito en el camino de ser doula. Más adelante ofreceremos, además, formación continua: seminarios, talleres y encuentros de reflexión sobre temas concretos en el acompañamiento (duelo, gestaciones especiales...), grupos de estudio y debate sobre temas de ética, formas de ejercer el oficio, etc etc.
domingo, 16 de junio de 2013
El gobierno venezolano quiere obligar a las madres a amamantar
Con este titular amarillo y
tendencioso, El País y Antena 3 abren las portadas de las noticias
internacionales de hoy.
En cuanto leí el titular, que me
fue enviado por varias personas a través de redes sociales y correo electrónico,
me escandalicé. ¿Cómo es posible que se pueda obligar por ley a amamantar? Y sobre
todo, ¿cómo es posible que las mujeres permitan esto?
En el subtítulo: La Asamblea Nacional votará el martes una
ley que castiga la publicidad de fórmulas lácteas y biberones y prohíbe la
prescripción de suero a recién nacidos. Y entonces paro las orejas. No es
una prohibición a las madres….
Y entonces, leí la noticia
completa y entendí que se trataba simplemente de una manipulación periodística
para despertar el caldeo de ánimos de madres amamantadoras contra no amamantadoras,
abrir la polémica y una vez más abrir el debate madre versus madre.
Como periodista y experta en
relaciones internacionales y salud pública, y como madre formada en lactancia
materna, el titular me resulta ofensivo,
mentiroso y de una inconsciencia suprema. Y deja ver hasta qué punto el politiqueo barato puede entorpecer el legítimo ejercicio
de soberanía y protección de la salud de las madres y bebés de Venezuela.
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La leche materna NO es lo mejor. No tiene múltiples "beneficios". Es la norma biológica, la normalidad. Es la leche artificial la que conlleva riesgos |
He leído la ley de 2007, las
posibles reformas y otros documentos sobre protección de la lactancia en Venezuela y no hay ningún artículo, ningún párrafo en el
que pueda leerse que amamantar vaya a ser impuesto como norma a las mujeres del
país. Pero lo que sí se hace, es lo que se debería hacer en todos los países:
crear una normativa para poner a raya a las multinacionales, fábricas de
sucedáneos de alimentos infantiles y otras empresas que lucran poniendo en
riesgo la salud de niños y niñas en el mundo. Las reformas son básicamente un añadido
de sanciones contra las prácticas que entorpecen la lactancia. No se prohíbe el
uso de chupetes y biberones, como se da a entender: se prohíbe a las empresas
publicitarlos en medios de comunicación.
No es ni mucho menos la primera
iniciativa de este tipo. Existe por ejemplo, un código internacional de sucedáneos que se supone debe ser
aplicado en todos los países adheridos a él. No es Venezuela el primer país
latinoamericano en proteger la lactancia materna por ley; países como Panamá y
Bolivia tienen leyes de protección de la lactancia.
En regiones como estas donde las
diferencias económicas y sociales son abismales, la protección de la lactancia
puede ser una cuestión de vida o muerte. En países como el nuestro la leche defórmula no deja de estar exenta de riesgos como bien puede observarse en los cientos de estudios y documentos que existen al respecto y que dejan ver
claramente, que sin importar el estatus económico, social o cultural del niño
alimentado con leche de fórmula, este puede correr los mismos riesgos cuando no
es amamantado. Por ello, en hospitales de vanguardia –y hablamos del Estado
español- los padres de un recién nacido al que se le va a administrar leche de
fórmula, deben firmar un consentimiento informado, aceptando y haciéndose
responsables de los riesgos a los que se somete el bebé siendo alimentado con
sucedáneos de leche materna.
Es responsabilidad de todos los
gobiernos cuidar de las personas dependientes, en este caso los niños y niñas,
futuros ciudadanos. Y por ello aplaudo esta iniciativa y cualquier otra que
promueva la salud de nuestros pequeños, sin importar los colores ni los
movimientos ideológicos que estén detrás de dichas propuestas.
domingo, 9 de junio de 2013
Víspera...
Quedan horas para mi cumpleaños.
Me veo en el espejo y he cambiado. Algunas canas, algunos kilos demás... cansancio acumulado.
Y sin embargo, nunca como ahora me he sentido tan viva, tan dueña de mis actos, tan libre para decir lo que pienso. Nunca como ahora he amado tanto mi cuerpo, mi alma. Nunca como ahora me había visto cada estría, cada imperfección como una huella de experiencia, del paso de la vida, de mi maternidad.
Me siento agradecida por la gente que me rodea, por las cosas que aprendo a diario. Por tener con quien compartir lo cotidiano, lo trivial.
Me siento bendecida por la vida por tener esta familia. Por el mejor compañero de camino. Por mis hijos y todo lo que aprendo de ellos. Por haber tenido la oportunidad de albergar, otra vez, vida en mi cuerpo. Parir como he parido. Amamantar y enamorarme otra vez de un cachorro mío.
Por necesitar tan pocas cosas materiales. Por poder hacer lo que amo. Por tener tantos proyectos en la cabeza. Porque no tengo tiempo de aburrirme. Porque nunca como ahora había vivido de forma tan intensa cada hora del día.
Por sentir que esto, seguramente se llame felicidad.
Feliz cumpleaños para mí.
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No entro mucho por aquí aunque lo estético sea estar presente en redes. Y lo que sucede en realidad es que los días pasan rapidísimo y no ...
