jueves, 11 de junio de 2009

Cumpleaños de mamá Piojo










Ha sido mi cumple. Decidí cogerme el día porque tenía cosillas pendientes, así que pasé mi cumple acompañada de mis dos soles y mi amadísimo Papá Conejo.
A primera hora de la mañana fui al cole de la Piojilla en el que había organizado una visita. Esta es una actividad que hacemos los papás del colegio y que les da mucha ilusión a los pequeñines. Cada cierto tiempo un papá/mamá o los dos, visitan el cole y ofrecen lo que se les ocurra: títeres, magia, cuentos... Yo organicé un viaje imaginario a Bolivia; les hice pasaportes y billetes, preparé una presentación que simulaba el viaje y les conté cositas sobre el país de mis amores.
Los piojillos me cantaron dos veces el cumpleaños feliz y me llenaron de besos y abrazos que (todo hay que decirlo) pusieron celosa a Piojilla. Terminamos bailando una cueca boliviana, con pañuelitos blancos que previamente había repartido.

Salí de allí llena de energía a encontrarme con la pioja mayor a una revisión de sus males de tripa en el hospital y luego volvimos a casa a comer un sencillo “arroz tres delicias” que había preparado noche antes. No tenía ni idea, en ese momento, de que se estaba cociendo una gran sorpresa y que la artífice de aquello era mi Pioja mayor. Se dio modos de robarme el móvil y llamar a todas las amigas que pudo sin yo percatarme de nada. Pasada la hora de comer me dediqué a ver e-mails y pensar en la inmortalidad del cangrejo.

Dos horas más tarde Hugo y yo fuimos a Hacienda a presentar los impuestos (qué cita más romántica) y nos atendieron enseguida muy a pesar de mi pobre maridete que necesitaba que la cita se alargase. Me pareció muy raro que Papá conejo me quisiera llevar a ver tiendas y perdiera el tiempo en cada escaparate... pero claro, era parte de “hacer tiempo” para llegar a casa a las 20:30.

Cuando abrí la puerta me recibieron los amigos de Valeria, haciendo ruido y dándome abrazos y besos...no me di cuenta de nada, porque además en ese preciso momento llamó mi suegra y me distraje. No entré al salón directamente sino al baño y fue Piojilla la que insistió en que le haga caso y me llevó a rastras a la puerta... cuando la abrí todos gritaron SORPRESAAAAAAA
El salón lleno de globos y guirnaldas, mis amigos allí: todos los locos juntos! Las de la teta, las del parto, las grandes, las de la oficina, los bolivianos... cada grupo tenía al menos un representante esperándome con sonrisas enormes. Mi hermana con una tarta deliciosa... mi hermano y su mujer, todos aplaudiendo mientras, a todo volumen, unos músicos tocaban el cumpleaños feliz. Qué emoción!!! y cuántas lágrimas solté mientras abrazaba uno por uno a los culpables de la fiesta. Mi hijita querida, tan linda, preparó todo con tanta ilusión y dedicación y todos colaboraron para que salga perfecto. Hugo parecía un niño feliz y la piojilla lloró al ver que todos lloraban emocionados. Hacía mucho que no tenía un cumpleaños tan hermoso. Lo he disfrutado muchísimo.
Dejo aquí el pequeño video grabado para compartir con todos el momento. Mil gracias por ser tan buenos amigos. Y gracias familia, gracias Pioja amada, por pensar esta hermosa sorpresa para mí...

5 comentarios:

Maximoto dijo...

Ojalá hubiera estado ahí para abrazarte.
Dale las gracias a Valeria, fue un placer conspirar con ella.
Besos.

Sra. Schznaukel dijo...

Ay hermana!! Si te queremos tanto!!
Ha sido un cumple muy muy bonito!
Y por cierto, besitos a Clarisa y a su mamá, qué niña más linda!

Claudia dijo...

Qué lindo no?? Me he sentido muy muy querida. Mil gracias hermana por tan bello detalle y los músicos. Me encantaron.
Me hubiera gustado que papá no se perdiese la fiesta....lástima que se cayó y dió ese porrazo. A ver si el domingo festejamos otra vez. Sigue existiendo mi torta helada?

Sra. Schznaukel dijo...

Sí, pronto la fuente parecerá un fósil porque la mamá no quiere que la pruebe si no estás. Snif!

Anónimo dijo...

Qué suerte de cumpleaños!! Te lo mereces.
Besos
Luisa

Ausente, pero no.

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