Se me ha olvidado contar que en los últimos meses hemos vivido una época "terrorífica". Empezó antes de Halloween, cuando Piojilla empezó a tomar conciencia de los disfraces y de que se podía ser, por un día, una "bruja malvada".
Primer Acto: Aunque nunca hemos asustado a las niñas con nada y menos para conseguir algo a cambio (esas frases tan inocentes como "si no comes te lleva el COCO"), de repente un día llego del cole contando que sus amigas le habían dicho que "el Coco" era un "hombre malo que te lleva". A ella no le cuadraba nada; explico:
A mi padre le llaman Coco de toda la vida. Incluso nosotros... y es porque en Bolivia, a los Jorges se les dice Cocos; algo así como en España a los Franciscos, Pacos. Y bien, para nosotros El Coco, es el abuelo... y lejos de ser un hombre malo que te lleva, es el amigo de Piojilla con el que mejor juega a las muñecas. Cuando le dijimos que eso no era verdad, se quedó conforme.
Me muero de curiosidad por saber qué charlas tendrá Piojilla en el Cole con sus amiguitas y que historias fantásticas se contarán unas a otras; aumentadas y corregidas de los cuentos de las tías y abuelas, aderezadas con los programas de la tele.
Segundo Acto. Cuento a Piojilla historias que yo me invento. Odio los cuentos tradicionales: Blanca Nieves, La Bella durmiente, etc etc. Cuando no hemos tenido más remedio que leerlos(generalmente porque alguien le regala un libro con cuentos "infantiles") he intentado suavizar al máximo los finales, situaciones escabrosas y hacer más tiernos a los personajes.
Así, tenía una idea vaga de la caperucita, los tres cerditos, y alguno más. Pero Blancanieves y princesas hermanas, NO. Blancanieves me parece un cuento demente, no apto para niños (y para adultos tampoco). No entiendo que por la imaginación de alguien pueda pasar una historia como esa y que se cuente por generaciones el drama de una madrastra que odia tanto a la niña que manda matarle y arrancarle el corazón. (Córcholis... ¿Qué sucedería si escribiésemos algo así hoy en día y fuera para niños?).
Tal vez si a Disney no se le hubiera ocurrido llevar al cine a los personajes, ahora no tendríamos ni tantas niñas-princesas-rosa (piojilla incluída) ni seguiríamos regalando a los hijitos libros con "los mejores cuentos para niños".
Pues nada... no se puede tener a los hijos en una burbuja y tarde o temprano iba a tener contacto con aquellos personajes. De un día al otro me empezó contar cuentos fantásticos de lobos que envenenaban manzanas y "marrastras" (madrastras) que pinchaban dedos a caperucitas varias. Y así aparecieron en su vida "mostros" (monstruos) diversos, lobos malvados, princesas muertas, "madres marinas" (hadas madrinas) y magia de todos los colores.
Traté de quitarle importancia, de contarle que por las noches, los hijos mostros están durmiendo con sus mamás mostras y que por la mañana van al cole. Que los lobos son amigos de las caperucitas y que viven muy lejos.
Nada. Noches de terror y pesadillas. Muchas. Para todos, claro. Porque no dormimos bien ninguno y terminamos soñando todos con la marrastra y sus manzanas.
Piojilla duerme en una camita a nuestro lado, porque nunca le ha gustado dormir juntitas, como dormía mi Pioja antaño (en casa de herrero, cuchillo de palo, dice Papá Conejo). Supongo que le da calor o se siente más libre así... Pero cuando el lobo acecha, el mostro viene y se pasa miedo... donde mejor se está es en la cama de mamá y papá. Completamente a salvo. Es absolutamente bienvenida.
Los niños a esta edad tienen un "gustito" por ver pelis que dan miedo y ver malos contra buenos. Es parte del crecimiento y hasta los cinco años, no distinguen bien la realidad de los sueños. Cuando hay pesadillas, desde mi punto de vista, no hay que hacer otra cosa que acompañar al niño, hacerle sentir seguro. No menospreciar sus miedos ni burlarnos de ellos. Abrazarle si llora y consolarle. Los miedos se irán si está mamá cerca.
Acto final. Y bueno... para seguir con la historia: El último fin de semana, Piojilla nos hizo comprar un DVD de la Bella durmiente. Preferí comprar ese que llevarnos a mi odiada Blancanieves y lo vimos juntas. Lo hemos vuelto a ver hace dos días.
Cuando salió la bruja mala, hice ademán de asustarme y ella me dijo: No te asustes mamá, la bella se pincha un dedo, pero luego el príncipe le despierta. Y me abrazó.
:-)
Imagen 1: Blancanieves. La marrastra, recién levantada y sin maquillaje. ;-)
Imagen 2: De la peli Monsters Inc. A que los monstruos tienen sus propios miedos?
(Disney)
(Disney)
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