lunes, 14 de junio de 2010

treinta y tantos....

Acaba de ser mi cumpleaños y lo "he celebrado" en medio de una crisis existencial-profesional que me tiene cabizbaja desde hace un mes.
Por primera vez en años, me he planteado hacia donde voy y qué sentido tienen todas las cosas que estoy haciendo y las que he dejado de hacer. Me he preguntado mil veces si enterrarme en mi despacho gris, bajo la aburrida rutina diaria y vivir en medio de corbatas uniformadas y serias, tiene algún sentido. Si de verdad estoy creciendo como mujer y como madre mientras juego "a las oficinas" o simplemente he dejado pasar los años en busca de la oportunidad que no llega.

Día a día se me hace más pesado disfrazar mi alma para salir a buscarme el pan y añoro más tiempo en mi casa, con mis hijas, con mi amor, con los grupos de madres en los que mi actividad es siempre frenética.  Día a día, la jornada laboral me pesa como una losa y poca gente puede entender que teniendo un trabajo al lado de casa, bien pagado, con un horario flexible y en una compañía de alto renombre, lo quiera cambiar por otra cosa. Además, tengo que estar agradecida: este trabajo me ha permitido ser mamá casi a tiempo completo, disfrutar de los paseos buscando hormigas en el suelo y de ver las tardes caer a última hora en el colegio. Pero quiero más.

Ya lo sé. No se puede tener todo. Pero yo no sueño con grandes riquezas ni posesiones imposibles. Sueño con poder dedicarme a lo que me gusta. Sueño con seguir haciendo comunicación para organizaciones de mujeres y niños y poder sobrevivir con ello. Sueño con dedicarme 100% a los grupos de apoyo y crear espacios para madres en los que se comparta la crianza y la ilusión. Sueño con dejar los tacones y volver a ser yo, con mis vaqueros viejos y mis calcetines divertidos. Sin renunciar a mi vida, sin renunciar a mi familia, sin renunciar a mi sonrisa.

No hay forma. No veo la luz. Ya no sé quien soy y he llorado mucho en estos días. La única sensata es Piojilla, que esta mañana le decía muy convencida a un compañero del cole: ¿Sabes? Mi mamá no es doctora, pero es "ayudanta de tetitas".  Por lo menos ella, lo tiene claro.

:-(



9 comentarios:

Anny dijo...

Hola! hace unos dias que sigo tu blog y vaya si que es interesante todo lo que nos cuentas. Te felicito!!.
Respecto a este post pienso que no hay nada perfecto en esta vida, pero hay que aprender a ser feliz con lo que tenemos, al menos eso creo yo.
Soy Anny, mamá blogger también y escribo sobre mi único hijo.

Ojala puedas visitar mi casita.

Un besote.
Anny
(Mi hijo unico)Blog.

Anónimo dijo...

Hola Clau. Te comprendo muy bien y deseo de todo corazón que puedas encontrar la vía que te permita ser aquello que deseas y puedas realizarte en todas tus dimensiones. Te lo mereces.
Mientras tanto ¡Ánimo! centrate en todo lo que has consegudo hasta ahora, que no ha sido poco, y visualiza lo que vas a conseguir.
Un beso
Suit

Laura dijo...

Claudia, una vez más has puesto palabras a mis sentimientos.
Te deseo q en este año treinta y tantos q acabas de cumplir encuentres tu camino.
Gracias por compartir tu blog.
Un beso

GLORIA dijo...

Siempre es una alegria cumplir años asi que , FELICIDADES.
Cuando volví al trabajo después la baja por maternidad sentí lo mismo que tú describes. ahora que mi hijo tiene dos años y medio sigo sintiendo lo mismo, no le veo salida...........
Besos

Anónimo dijo...

Clau: cuanto me identifica todo lo que escribiste, igual yo espero sentada ya 5 años en el sillón de un buen trabajo la oportunidad que no llega de cambio,extrañando tanto estar junto a mis dos hijitos más tiempo...Un gran abrazo desde tu Sucre distante y que no se pierda la esperanza de ese cambio
Marcela C.

solo quiero ser FELIZ dijo...

hola!!

justo asi me senti cuando cumpli años, sera que hay sentimientos encontrados, y que elser humano nunca esta conforme con lo que tiene, solo ve el lado positivo, trato de hacerlo cada dia, ver lo bueno de mi vida y dejar lo malo, empece a leer un libro donde dice: "si esto no es cuestion de vida o muerte podemos superarlo"

Claudia dijo...

gracias por vuestros comentarios.
Cada vez estoy más convencida de que la "liberación femenina" fue el gran engaño del siglo pasado. Nos han obligado a salir de nuestras casas y a ser "superiores": super mujeres con súper poderes para ser madres y trabajadoras perfectas.
Creo que estamos en la lucha de un nuevo tipo de liberación: hacer lo que nos apetezca sin sentir culpas posteriores. Ese es el reto hoy.
besos a todas.

Ana dijo...

Clau, te entiendo perfectamente. Es frustrante trabajar en algo con lo que no te identificas y que no te llena...
Te deseo mucha suerte y ojala puedas vivir de lo que realmente te gusta y para lo que estoy segura que vales mucho.
Un fuerte abrazo y, por si o lo he hecho antes, te invito a que visites mi blog http://creciendocondavid.blogspot.com/

Unknown dijo...

Clau, te mando un gran abrazo de una admiradora de las ayudantas de tetitas...
no creo qu e lo que tú sientes esté tan alejado de lo que sienten muchas personas en sus trabajos...eso no es un consuelo...claro...
Quizás tú tiempo de tomar una decisión no ha llegado todavía, pero si está s preparada ,seguro que ocurre...
un besazo
Eva

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