Ibone Olza fue la primera persona que llegó a casa a
celebrar la llegada del bebé. Fue recibida por la hija mediana, que con la solemnidad
que la caracteriza le informó muy seria: Aquí ha habido
un parto. Se notaba: El olor, dulce
y extraño, todavía permanecía en la casa… pero especialmente la luz, el calor –
como muy bien cuenta
Carol sobre el suyo en el spot de Flex- y un indescriptible halo de amor
que lo envolvía todo. La familia no solo estaba enamorada del bebé, sino unos
de otros.
La madre recién parida era yo,
y el recién nacido, mi último hijo: El piojillo. El éxtasis dura todavía.
Nos vimos dos días antes en la presentación de su libro Nacer por cesárea que
coincidió con un momento muy intenso para mí, que cambió el rumbo de aquel futuro por llegar y en
el que también estuvo sosteniéndome… Y la noche previa al nacimiento: en la fiesta
maravillosa de bendición de parto que me había organizado mi hija mayor junto a
mis cómplices amigas. Sus abrazos y mis lágrimas emocionadas liberaron un volcán de oxitocina que precipitó todo…
Cuento esto porque leyendo su reciente libro: Parir, el poder del parto, no he podido
dejar de recordar cada detalle y el contexto de aquel día (y de mis otros
partos, tan diferentes y las tantas
lecciones que dejaron cada uno), ordenar las piezas y encajar perfectas, cual
un puzzle con toda la evidencia científica que nos presenta. Me he sentido
emocionada y privilegiada por haber podido sentir, en mi ser: cuerpo y alma, la diferencia.
Leer a Ibone es como escucharla. Y para mí, que la tengo tan
cerca, siempre es un placer oír de su boca lo importante de recibir a los bebés
con amor, de ofrecer a las madres ese espacio de libertad y cuidado para poder
parir como deseen.
Parir, el poder del
parto (Ediciones B, 2017) es un libro absolutamente imprescindible para los
profesionales de la salud materno-infantil y que fácilmente se puede entender
por madres y padres. Se degusta desde la
primera página, con un delicioso prólogo escrito por Iciar Bollaín, y nos lleva
de la mano, con el lenguaje cálido, claro y científico que caracteriza a Ibone,
hacia el milagroso momento de traer al mundo a un bebé. Nos cuenta todo lo que
tiene que estar en su sitio -como si se tratara de una danza perfecta y
delicada- para inaugurar la vida y el amor. Nos ofrece múltiples estudios,
autores y citas (ella es amante de leérselo todo y su fuerte son las
publicaciones científicas) para comprender mejor por qué es tan importante
respetar aquella magia de hormonas y de piel.
Y también qué ocurre cuando no se respeta. Los aspectos
psíquicos y físicos de un mal parto, incluso traumático, y las secuelas que ello
puede dejar de cara a la edad adulta. Nada es gratuito… Queda en la memoria de madres e hijos. Una vez
más, desde la neurobiología, Ibone habla sobre las consecuencias de interferir
con el proceso y cómo, cuando la intervención es necesaria pero respetuosa e
informada, las madres viven la experiencia de otra forma.
Parir, el poder del parto es un libro que resume, documenta y
evidencia diferentes facetas en torno al parto y nacimiento, no solo desde el
argumento científico, sino desde el emocional, los testimonios y, el a veces,
camino doloroso que significa comprender, aceptar, que nuestros partos no fueron
lo que esperábamos… y la energía poderosa que se te queda en el cuerpo y en el
cerebro cuando es gozoso. Las activistas lo sabemos. Algunas hemos tenido el
privilegio de saborearlo…
Recomiendo leer a Ibone no solo por el cariño inmenso que le
tengo, sino por la gran maestra que es y cuánto la admiro como profesional. Y
le agradezco a la vida que los nacimientos de nuestros hijos nos hayan unido para,
como ella bien dice en el libro que me ha dedicado: “que sigamos aprendiendo juntas, por las madres, por los bebés”.
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