Ya es bastante llamativo, por ser políticamente correcta, el hecho de que una cátedra Universitaria se denomine así : Cátedra Ordesa de Nutrición Infantil de la Universidad de Zaragoza.
Para quien no sepa, Ordesa, es una de las firmas más grandes de alimentos infantiles de España. Y cuando digo "alimentos" no me refiero a manzanas, naranjas, huevos, leche y otros Alimentos (no es un error, la mayúscula...) sino a fórmulas lácteas, complementos, polvos para el sueño, para los cólicos, y 8 cereales con miel... entre otros. Para que se entienda mejor el conflicto de intereses, es como si una Cátedra de Prevención del Cáncer de Pulmón se llamase "Marlboro".
En realidad, La Industria no tiene la culpa. Ellos -y sus equipos de márketing- hacen lo que tienen que hacer para colocar sus productos, independientemente de la ética: Desde luego, no es una casualidad que en las canastillas que nos dan en las clases de preparación al parto nos vengan de regalo varias muestras de polvos mágicos. O que un premio como este: FOMENTO ESTIMULO A LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA PREVENCION DE LA OBESIDAD EN LA EDAD PEDIÁTRICA 2014 lo firme Ordesa.
La FeNIL, no se corta un pelo en mandar notas de prensa en las que asegure que "su trabajo" es convencer a los pediatras de las bondades de su industria. Y para ello, no escatima gastos a la hora de plantarse con todos sus miembros y amigos en congresos y cursos. Financiando premios e investigaciones. Con stands muy bonitos llenos de (des)información. Basta con poner en Google FeNIL y pediatras y os saltarán varias noticias.
No es un caso aislado de una marca en particular. El sello de la AEP (Asociación Española de Pediatría) aparece en distintos productos similares y complementarios: galletas, cereales y alimentos varios. Muchos profesionales han pedido en reiteradas ocasiones explicaciones al respecto, pero sin mucho éxito.
Pero como madre -y como profesional de la comunicación en salud- espero cierta ética de las sociedades científicas. Sociedades que, se supone, velan por la salud. Cuyo cometido debería ser la investigación limpia para procurar que los padres accedamos a información sin sesgos ni conflictos de interés. Para poder elegir. Para poder confiar en el profesional que atiende a nuestro bebé de 5 meses y salir de la consulta sin papelitos que recomienden cereales que espesan, primeros yogures ni polvitos de dormir. Y para que ese profesional no solo se forme en cursos y congresos patrocinados por marcas, en los que se aprende "lo que yo digo", sino que lea, acceda a bases de datos, sepa leer estudios y discernir entre lo que vale y lo que no.
Hace unos días, en el colmo del despropósito se publica el "libro blanco de la nutrición" con el logo -derivado- de Ordesa en su portada. Y yo me pregunto: En serio... ¿No hay nadie con un poco de vergüenza por esos lares?
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